La
antropogogía proceso de formación continuo
Prudencio
Castillo
Es paradójico que el
termino antropo incluya la grafía antro como si aún morásemos en cuevas o
guaridas, pero no estaría mal que así fuese, ya que la antropogogía es para
sabernos conducir entre los obstáculos de las cavernas en que vivimos. La
alegoría de la caverna de platón podría
entenderse como un buen ejemplo de Antropogogía para salir de la sombra de la
ignorancia; el pedagogo alemán Alexander Kapp se fundamenta en el Timeo
(Platón) para proponer una teoría
pedagógica que asimila la teoría educativa de Platón con la andragogía,
entonces porque no intentar también relacionar dicha alegoría con la
antropogogía.
El antropogogo hace las
veces del mítico héroe, que armado de amor por el saber pone en el camino los
hitos de lo afectivo, lo cognoscitivo, lo creativo y lo volitivo para que todos
los incompletos perfectibles podamos entrever algo de luz. La antropogogía es
aprendizaje o educación desde el vientre hasta el día de nuestra trasformación,
es educción al ritmo de efectos, conocimientos, imaginación y voluntad. No es
para manipular conductas, sino para trasformaciones en las actitudes propias de una cultura de la empatía; nos dota de
bagaje vivencial y conceptual que cualifica nuestras acciones y actitudes
sociales y culturales, nos permite superar los condicionantes de la filogénesis
para ofrecernos la posibilidad de enriquecernos en psicogénesis.
La antropogogía es
intercambio de regalos de contenidos de efectos, conocimientos creaciones y
voluntad. Es como darnos a nosotros mismos más capacidad de ampliar el alcance de la mirada en el horizonte, es
como el vellocinio de oro que embellece de acciones actitudes, permitiéndole de
superar el complejo de Acis, en general humanizando al héroe que se atreva a
frecuentar sus demonios.
La antropogogía supera
eso de que los relaciones sean producto de intercambios de reglas entre una
cultura supuestamente no autoconsciente (alumno) y otra autoconsciente (maestro) que el alumno muy a pesar de
nosotros mismo ya ha hecho muchas cosas, sabe el cómo de su quehacer y ha
aprendido a no tener que estar pensando cada paso. Como la Andragogía implica
el problema etimológico de solo referirse al adulto hombre varón, el concepto
antropogogía piensa en el adulto hombre de uno y otro género. En su
epistemología la Antropogogía sería como el agregado de las voces griegas
anthropos (hombre) y hago (guiar o conducir), siendo la ciencia y arte de
educar permanente al hombre en cualquier estado de su evolución psicológica y
en función de su condición histórica, cultural y ecológica.
La Antropogogía
comprendería el estudio sobre la educación del niño, del adolescente y del
adulto, estructurándose sobre dos pilares: la Pedagogía (Paidos=niños y
hago=guiar o conducir) y la Andragogía (Andro=hombre, persona mayor; hago=guiar
o conducir). La primera sería la ciencia y el arte de la educación de los niños
y, por extensión, de los adolescentes; la segunda la ciencia y el arte de la
educación de los adultos. La Antropogogía puede partir de cualquier
experiencia, sobre todo si la persona vive, se da cuenta y aprende de esas
experiencias, si nos abre posibilidades de exploración venturosa y nos
garantiza descubrir, no importa si arriesgándose mucho o poco porque en el
fondo es nuestra naturaleza humana arriesgarse en la vida a la par que procuramos
mantenernos en una seguridad.
Ante de proseguir con
la Antropogogía dándose tanto con la Andragogía y la Pedagogía, continuemos
relacionando Antropogogía y Pedagogía,
dejando de un lado la Andragogía diciendo por último de esta que para pablo Cazau
la Andragogía sería aquel proceso
sinérgico que incide en el crecimiento psicosocial (más allá del crecimiento
biológico) de los adultos, que siendo parte de la antropogogía y estando
inmersa en la educación permanente se desarrolla a través de una praxis
fundamentándola en los principios de participación y horizontalidad. Una praxis
orientada por ciertos facilitador del aprendizaje que se apoyaría en el método
que mejor proporcione la oportunidad para que el adulto participe activamente
en su propio aprendizaje coparticipativo en la planificación, programación
realización y evaluación de dicho proceso, y cuya finalidad es permitir
incrementar el pensamiento, la
autonomía, la calidad de vida y la creatividad.
Es posible que Lao,
Tse, Buda, Confucio, Sócrates, Platón y Aristoles, entre otros hubieran sido
maestros primeros Antropogogos, ya que sus alumnos eran más discípulos adultos
que niños, y que cada que entraba a
cuestionar en su respectivo contexto cada uno a su manera, y como aún se hace
hoy, la educación tradicional, la hacían más pensando n l individuo adulto para
quien realmente la educación tenía que ser un proceso humanizador, habiendo
coincidido sus métodos en darle al alumno l libertad de escoger, investigar y
adaptar los contenidos del conocimiento. De ahí que la Piadogogía o Pedagogía
griega pudiese ser mucho más una vocación antropogogica que la preocupación de
velar por la educación de los niños; si en la antigüedad la educación no era
escolarizada, tendrían que ser cosas bien deferentes la andragogía y pedagogía.
Hoy entendemos la
andragogía como un acompañamiento al adulto en sus reflexiones sobre su
realidad y situación concreta, concienciación y compromiso ante su realidad
circundante, enriqueciendo su vida familiar, productiva y cultural. Y la
pedagogía como aquello que enfoca sus esfuerzos en provocar, estimular, y despertar
motivaciones e intereses de los niños hacia la educación, y la en ejercitar,
vigilar, corregir y conducir conducta del nuño, canalizando sus instintos y
emociones formándolo en los hábitos y actitudes deseables y brindándole
condiciones para que empiece a proyectar su humanidad.,
La antropogogía nos dice que no solo basta con superar la creencia de
que el niño es la proporción de un adulto, sino que también hay que develar las
falacias que el niño podría equipararse con aquel adulto de la era primitiva,
que el niño es la iniciación del pensamiento del adulto y que el adulto
primitivo supuestamente estaría en la iniciación del pensamiento de la
humanidad. Ni el antropogogo ni pedagogo, se la pasarían experimentando con
los niños, haciendo un laboratorios de
ellos, observándolos al dejarlos hacer y sacado las respectivas conclusiones
sobre porque actúan o se comportan de una determinada manera, pero sin
preocuparse por su formación o desarrollo. No el pedagogo es un partidario,
comprometido militante en la formación de hombres nuevos que corrige y encauza,
dejándole al psicólogo el papel de experimentador de conductas individuales y
grupales.
La antropogogía noes
particular una psicología del aprendizaje, pero podrían encontrarse sus
fundamentos en la psicología genética, la epistemología genética y la
epistemología constructivista, mucho más en estas que en aquellas. La antropogogía, si bien no apunta
a un sujeto escolar, no considera que el ser no solo es dotación instintual, ni
ha nacido totalmente preformado con un banco cognitivo completo a desplegar, ni
tampoco cree que todo su conocimiento sea exclusivamente adquirido; considera
que haber nacido con la capacidad de empezar a conocer de manera instintual,
consiente (herencia biológica) y de interactuar con su entorno, medio físico y
social, siendo bien sensible a este, estaría en capacidad de construir su conocimiento,
ideando las perspectivas, instrumentos y desarrollando sus estructuras
cognitivas, ya que solo se cristalizaría el aprendizaje en su dimensión social.
No desconoce la
antropogogía que el ser ya ha sido permeado
por su dotación genética y la gran variedad de experiencias con su mundo
físico social y cultural, desarrollando a su manera la explicación de los
fenómenos naturales que a diario ocurren en su entorno, y construyendo
secuencialmente un conocimiento; que el pensamiento es atributo interiorizado
de la materia en movimiento, que se manifiesta primeramente en ese momento o etapa sensorio-motora en la
que este mundo provoca su misma percepción por parte del sujeto, para luego
adentrarse en un proceso de su cualificación a través de representación
simbólica, la adquisición del lenguaje, el conocimiento cotidiano del
cumplimiento de sus tareas, las operaciones concretas de conceptualización y la
representación de representaciones, hasta tener la posibilidad participar en la
intrincada red de relaciones que además de darle significado a su acción le
abren la perspectiva del pensamiento
hipotético-educativo o posibilidad de razonar a partir de hipótesis.
Es precisamente el
pensamiento hipotético-educativo, el que más nos distingue del resto de los
animales y el otorga a la razón humana una extraordinaria potencia y control
sobre los acontecimientos futuros (meramente posibles), un poder de gobierno
que podríamos llamar cibernética. Entonces al ser introducidos al ser durante
su aprendizaje al mundo conceptual y simbólico la antropogogía parte de la idea
de que ya viene cargado de buen acopio de ideas intuitivas, las que ya ha
podido construir a partir de sus primitivas experiencias fenomenológicas; que
igual a nosotros también usan metafóricamente el lenguaje; que ostenta un agudo
sentido común y en su particular explicación sobre la realidad subyacerían sus
propias convicciones ontológicas, las que en un comienzo las harían resistentes
a cambiar sus creencias previas; que no
podría lograrse ningún aprendizaje sin su interacción social, siendo este
el escenario donde puede constatar sus concepciones o intenciones previas con
las que se empiezan a construir, adquiriendo conciencia de las limitaciones que
traía, que no hay que pasar por encima de la lógica del niño ni del adulto, ya
que no podría abstraerse de su natural condición de ser un sujeto psicológico sino
buscar provocarlo en su condición de ser también epistémico ideal para que
desarrolle nuevos conceptos y nuevas formas de explicar y descubrir a partir de
su misma reflexión sobre sus acciones, aprendiendo a priorizar sus
conocimientos según sus intereses; ya que como el organismo total que es,
empieza darse cuenta de si mismo.